sábado, 11 de abril de 2020

Monasterio de San Lorenzo del Escorial. JUAN DE HERRERA. Por Sofía Olivares Moreno



Descripción.

La imagen muestra el exterior del edificio desde la fachada.

El material empleado en el muro es la piedra (granito), dispuesta en sillares perfectamente escuadrados y dispuestos a soga. En las cubiertas destaca la pizarra.

El sistema arquitectónico utilizado es el arquitrabado en la mayoría del edificio, aunque en la iglesia también se emplea el abovedado.

Los elementos constructivos sustentantes más importantes son el muro de piedra, las pilastras y las columnas de orden gigante de la entrada principal. Respecto a los elementos constructivos sostenidos destacan los dinteles que conforman la estructura y la mayoría de los vanos, así como los arcos de medio punto de algunas ventanas.

Las cubiertas son en algunos casos a dos aguas y en otros a cuatro, como se observa en las torres de los extremos. Sobresale la cúpula de media naranja de la iglesia, que consta de tambor con ventanas y linterna. Las dos torres que jalonan la fachada se cubren con cúpulas similares a la principal. Rematando la fachada del edificio se aprecia una estructura similar a la de un frontón de un templo clásico.

Los elementos decorativos son escasos y en su mayoría de naturaleza arquitectónica, como, por ejemplo, las agujas de las torres situadas en las esquinas del edificio, los frontones clásicos que decoran la fachada principal. También destacan los elementos escultóricos, como las esculturas situadas en hornacinas sobre la entrada principal o una serie de decoraciones esféricas sobre estructuras piramidales.

Respecto a los valores plásticos, el edificio presenta una marcada proporción que se puede observar, por ejemplo, en las medidas de las plantas del edificio, así como una simetría prácticamente perfecta. 

Muro y vano están bastante equilibrados, las ventanas se reparten por las paredes del edificio siguiendo un ritmo matemático. Llama la atención  la escasez de puertas. Predomina la horizontalidad y existe una combinación entre la tensión longitudinal y el espacio centralizado, marcado por eje central de la iglesia.

Comentario.

Por todo lo dicho anteriormente, se puede deducir que la obra en cuestión es el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, construido durante el período manierista del Renacimiento español (s. XVI). Su realización fue llevada a cabo por Juan Bautista de Toledo en un primer momento y posteriormente por Juan de Herrera, bajo el mandato de Felipe II y con el fin de conmemorar la batalla de San Quintín.

El Renacimiento fue un movimiento que significa “volver a nacer”. Surgió en Italia de la mano de escritores como Petrarca o Dante y se desarrolló durante los siglos XV y XVI.

En España, se considera que el Renacimiento se desarrolla desde finales del siglo XV hasta finales del siglo XVI y, aunque no se puede establecer una cronología exacta, se han determinado cinco períodos distintos:
  • Transición del Gótico al Plateresco
  • Plateresco
  • Transición al Clasicismo
  • Clasicismo
  • Manierismo
Además, el Renacimiento es España estuvo marcado por varios factores:
  • El arte es promovido por la Monarquía, la Iglesia y la nobleza.
  • El cambio de estilo se produce durante el Reinado de los Reyes Católicos, quienes unificaron el territorio español, reduciendo así las diferencias regionales, aunque no las jurídicas, sociales y económicas.
  • Existe una gran influencia del arte flamenco, que gustaba mucho a Carlos I y a Felipe II.
  • El Cardenal Cisneros promovió la creación artística dando lugar al denominado Estilo Cisneros.
  • Castilla se expandió por el Atlántico y Aragón por el Mediterráneo.
  • El Derecho Internacional tiene una gran impulso gracias a figuras como Bartolomé de las Casas y Francisco de Vitoria.
  • En el ámbito científico se desarrollaron campos como la navegación, la cartografía, la náutica, la ingeniería naval y la militar.
  • En Literatura, destacan Cervantes, fray Luis de León, Garcilaso de la Vega o Santa Teresa de Jesús.

La construcción del Escorial por parte de Felipe II responde a varias motivaciones:


  • Conmemorar la victoria de San Quintín sobre los franceses, que tuvo lugar el día de San Lorenzo, 10 de agosto de 1557.
  • Disponer de un Panteón Real para albergar los restos de la dinastía de los Austria.
  • Convertirlo en un símbolo del poder imperial y universal que ejercía en aquel momento la Monarquía hispánica
  • Construir un centro de saber total gracias a la presencia de la Biblioteca, la escuela de Matemáticas y numerosos estudios científicos que se realizaron en sus estancias.
Se trata pues de un edificio que reúne distintas funciones: palacio real, basílica, panteón, biblioteca, colegio y monasterio.

El arquitecto elegido para el proyecto fue Juan Bautista de Toledo, que fue sustituido a su muerte por Juan de Herrera, a quien debemos el trazado final, redujo el número de torres y complicó la estructura de la planta, resultando un edificio que podemos considerar Manierista.

El edificio fue concebido atendiendo a las formas geométricas puras.
En planta presenta un rectángulo con un saliente, que representa el mango de la parrilla en la que sufrió martirio San Lorenzo.

La construcción presenta un eje principal formado por la falsa fachada, el Patio de los Reyes y la Iglesia.

En el exterior siguen predominando las formas cúbicas, formadas por largos lienzos de granito, sólo rotos por la presencia de las ventanas. La horizontalidad del edificio se atenúa con la presencia de las cuatro torres angulares, además de la cúpula y las dos torres de la iglesia.

Los motivos decorativos son escasísimos, se reducen a las formas piramidales rematadas en bolas llamadas herrerianas o escurialenses.

La fachada principal presenta ocho columnas de orden gigante al modo miguelangelesco, en el cuerpo superior cuatro columnas enmarcan el escudo real y la figura de San Lorenzo. Esta monumental estructura es una falsa fachada de corte manierista, pues no constituye la entrada al edificio, sino al Patio de los Reyes, rompiendo de este modo, la norma clásica de que la estructura exterior debía corresponderse con la organización interior.

Una vez dentro nos encontramos con el Patio de los Reyes y con una nueva fachada que da acceso a la iglesia. En ésta usa de nuevo el orden gigante y el frontón aparece roto por un ventanal. El patio recibe su nombre de las figuras de los seis reyes bíblicos de Israel, situadas sobre altos pedestales.


La iglesia se inspira en el diseño que hizo Bramante para San Pedro del Vaticano, pero alarga ligeramente la planta, hallando una solución intermedia entre cruz griega y planta basilical. 

El crucero está cubierto por una enorme cúpula de media naranja sobre pechinas y tambor. 


 
Destaca la Capilla Mayor como el elemento más importante del templo, se sitúa sobre el Panteón Real y está decorada con un magnífico retablo diseñado por el propio Herrera.


La zona del presbiterio está rodeada por los aposentos reales, de tal forma que Felipe II podía contemplar el altar desde sus habitaciones.

En otro orden de cosas hay dos elementos en todo este conjunto que es necesario resaltar:

La Biblioteca:

Contiene numerosos ejemplares de incalculable valor, provenientes de la colección real así como de diversas donaciones.
Destaca la decoración de su bóveda, realizada por el artista italiano Pellegrino Tebaldi, que representó  en sus frescos las siete artes liberales: Retórica, Dialéctica, Música, Gramática, Aritmética, Geometría y Astrología.

El Patio de los Evangelistas:

El único que pudo concluir Juan Bautista de Toledo, sus pórticos muestran una clásica superposición de los órdenes dórico y jónico, y cuenta con un jardín que simboliza el Edén, en cuyo centro se levanta el templete alegórico de los Cuatro Evangelistas y su fuente, que construyó Herrera más tarde, ya en un estilo manierista.

❖ Conclusión.

Puede considerarse como precedente de la obra la arquitectura de países como Italia, Alemania, los Países Bajos y otros territorios del norte de Europa, que el promotor de El Escorial, Felipe II, conoció de primera mano y que utilizó como punto de partida para la proyección del edificio.

El estilo herreriano o escurialense tuvo una gran influencia posterior en muchas obras del Barroco madrileño, como se puede observar en la Catedral de Valladolid, obra inacabada de Juan de Herrera.

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