sábado, 11 de abril de 2020

El Expolio. EL GRECO. Sacristía de la Catedral de Toledo. Por Isabel Moreno Valencia.




Descripción

  • Se trata de un pasaje evangélico correspondiente a la Pasión en la que un sayón (de verde, a la derecha) se dispone a arrancar la túnica a Cristo ante la expectación de la muchedumbre.
  • La técnica empleada es óleo sobre lienzo, consiste en mezclar el pigmento con aceite, cada una de las capas se llaman veladuras. Un aspecto positivo de esta técnica es que se puede corregir pero con el paso del tiempo van aflorando los ´´arrepentimientos´´.
  • Predomina el color sobre la línea a través de la pincelada suelta, siendo un dibujo poco detallista que en la multitud del fondo se vuelve francamente abocetado.
  • En cuanto al color, el autor emplea una gama cálida, predominando sobre todo el lienzo la gran mancha roja que atrae la mirada del espectador.
  • La luz  es focal e incide en el rostro de Cristo y en el rojo de su túnica que parece brillar, esto genera fuertes claroscuros en los distintos personajes que componen la escena.
  • Presenta una composición vertical en forma de almendra marcada por la figura munumental de Cristo. La composición se cierra en la parte inferior con las figuras de las Tres Marías y el sayón que prepara la cruz para el martirio. La parte superior está ocupada por una muchedumbre y las lanzas, que aportan tensión vertical. 
  • La obra presenta simetría a partir del eje axial que constituye la figura de Jes
    ucristo, situado en el centro del cuadro.
  • El cuadro presenta dinamismo ya que los personajes están en movimiento.
  • Respecto a las proporciones, podemos decir que el canon utilizado es bastante alargado. El artista a dado más importancia a la figura de Cristo, que prácticamente ocupa la totalidad del lienzo.
  • El sistema representativo es figurativo idealizado. Muestra unas actitudes muy teatralizadas en la mayor parte de los personajes.

Comentario

Por todo lo dicho anteriormente podemos decir que se trata de un cuadro de estilo manierista titulado El expolio, realizado entre los años 1577 y 1579 por Domenikos Theotokopoulos, El Greco. Actualmente se encuentra en la sacristía de la Catedral de Toledo.
El Renacimiento español se desarrolla desde finales del siglo XV hasta finales del XVI, podemos establecer los siguientes períodos:

  • Transición del Gótico al Plateresco.
  • Estilo inicial (Plateresco).
  • Transición al Clasicismo.
  • Clasicismo.
  • Manierismo.

Las circunstancias históricas que rodean al Renacimiento español son las siguientes:

  • Los promotores del arte en este momento serán la monarquía, la iglesia y la nobleza.
  • El cambio de estilo se produce durante el reinado de los Reyes  Católicos, que además culminaron la unificación del territorio español, lo que sirvió para paliar las diferencias regionales, aunque pervivirán diferencias sociales jurídicas y económicas.
  • La influencia del estilo flamenco va a ser muy importante, a veces más que la italiana, tanto Carlos I como Felipe II admiraron la pintura flamenca.
  • El Cardenal  Cisneros fue regente hasta la llegada al poder de Carlos I, apoyó la creación artística dando lugar a un estilo llamado Estilo Cisneros.
  • Castilla inició su expansión por el Atlántico, mientras que Aragón siguió unido al Mediterráneo.
  • El Derecho Internacional tiene un gran exponente en el padre Bartolomé de las Casas (defensor de los indios) y Francisco Vitoria.
  • En el ámbito científico los campos más desarrollados fueron la navegación, la cartografía, la náutica, la ingeniería naval y militar.
  • En el campo literario destacan Cervantes, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, Boscán y Garcilaso de la Vega.

Las características de la pintura renacentista española son las siguientes:

  • La temática es fundamentalmente religiosa
  • Tiene un gran peso el arte manierista debido  a la llegada de Carlos V al poder, lo que supone la venida de artistas italianos seguidores de este estilo
  • Recibe influencias muy diversas (italiana en el Levante y flamenca en Castilla)
  • Su máximo apogeo se dio en el segundo tercio del siglo XVI

El Greco (1541-1614) nació en la isla de Creta, que pertenecía a la República de Venecia. Allí se formó bajo el influjo de los iconos bizantinos. Pronto viajó a Venecia para formarse artísticamente en la técnica colorista de Tiziano y Tintoretto. En Roma estudió el arte de Miguel Ángel.
De vuelta a Venecia tuvo noticia de que en el Escorial necesitaban pintores, por lo que decidió trasladarse a España. Pintó dos obras para Felipe II, que no agradaron al monarca, por lo que acabó instalándose en la ciudad de Toledo, donde acabó desarrollando su carrera pintando para la iglesia y la nobleza local.

Este lienzo es una de las primeras obras que realizará el Greco en Toledo gracias a uno de sus grandes amigos y mecenas, Diego de Castilla, que intercederá por él para su contratación por parte del poderoso cabildo de la Catedral.


La obra, sin embargo, generará numerosos conflictos debido a los errores temáticos y características técnicas (demasiado manierista para el carácter conservador de los canónigos) llegando al extremo de tasar en una mayor cantidad de dinero el marco (también realizado por el pintor) que el propio lienzo.

Estos cuestiones, ocasionarán que el pintor no vuelva a trabajar para la Catedral, dedicándose a partir de entonces a encargos particulares y pequeñas parroquias, siendo el perfecto ejemplo del carácter del Greco que, educado en Italia, tienen una idea de la pintura como un arte personal y no como el de un simple artesano, tal y como era normal en España hasta entonces.

Debido a los conflictos con la Catedral existen varias versiones de la obra, una de las más famosas pertenece a la colección Masaveau, en la que el artista suprimió a las Tres Marías y limpió los personajes de la parte superior.



Sin embargo este carácter antinaturalista tan típico del manierismo se ve matizado en la obra con una clara influencia veneciana. El pintor, que había sido discípulo del propio Tiziano, recoge de esta escuela el uso del color, su técnica de pincelada suelta que, al difuminar los perfiles consigue una mejor integración entre el fondo y las figuras, o el interés por las texturas.

Conclusiones

Junto a lo dicho, la pintura del Greco le debe mucho a su formación bizantina como pintor de iconos. No se trata de una influencia técnica, sino más bien de percepción de la pintura, El Greco entiende la pintura como una forma de espiritualidad que, en vez de representar el mundo visible, trata de enseñarnos emociones religiosas. Es por ello que renuncia al naturalismo y, junto a un uso genial del color, trata de provocarnos estados de ánimo, sentimientos religiosos imposibles de explicar de forma realista. De esta forma se acerca a la mística que tanto fuerza tuvo precisamente en la ciudad de Toledo y le acerca al mundo contemporáneo.
Tras varios siglos de olvido e incluso desvalorización, su pintura fue redescubierta en el siglo XX por los pintores expresionistas que tampoco querían plasmar la realidad sino que intentaban utilizar sus cuadros para transmitir los sentimientos a través del color y la dislocación del espacio.

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